La provincia de Toledo se prepara para la nueva temporada estival con la disponibilidad de cuatro zonas oficiales de baño en su interior, distribuidas en dos municipios. Estas áreas, como alternativa a otros destinos, ofrecen espacios habilitados y controlados donde los visitantes pueden deleitarse con la belleza de la naturaleza y disfrutar de parajes tranquilos. La provincia cuenta con una red de playas y zonas de baño continentales para el disfrute de residentes y turistas.
Tres de estas zonas de baño se encuentran ubicadas en las Lagunas de Villafranca de los Caballeros, mientras que la cuarta se sitúa en el Embalse de Cazalegas. Estos espacios han sido acondicionados para garantizar la seguridad y el bienestar de los usuarios.
Con el objetivo de proteger la salud de las personas que disfrutan de estas zonas de baño, la Consejería de Sanidad, a través de la Dirección General de Salud Pública, lleva a cabo un Programa Regional de Vigilancia Sanitaria de las Aguas de Uso Recreativo. Este programa implica la supervisión de la calidad del agua, las instalaciones y los entornos de las zonas de baño. Se realizan inspecciones visuales de las playas y el agua, así como toma de muestras para analizar su calidad.
La Consejería de Sanidad emite informes periódicos sobre la aptitud de baño de las aguas, con una frecuencia quincenal hasta el final de la temporada de baño, el 15 de septiembre. Estos informes se basan en análisis microbiológicos realizados en los laboratorios de Salud Pública, donde se verifican los parámetros exigidos por la normativa vigente. También se lleva a cabo una vigilancia adicional de otros parámetros biológicos, como cianobacterias y microcistinas, a cargo de las secciones de Salud Ambiental y Microbiología Clínica y Ambiental del Instituto de Ciencias de la Salud de Talavera de la Reina.
La Consejería de Sanidad hace algunas recomendaciones a la ciudadanía para disfrutar de forma segura de estas zonas de baño. Se insta a respetar la señalización existente y estar atento a las advertencias, avisos y peligros indicados en el área. Además, se aconseja tener en cuenta la profundidad variable de las zonas de baño y comprobar la ausencia de objetos sumergidos que puedan representar un riesgo.
Es importante tener en consideración que las características y la dinámica fluvial de estos espacios naturales pueden generar cambios en el fondo y la formación de surcos o pozas con comportamiento desconocido e inestable.
Por último, se recuerda que los ayuntamientos son responsables de mantener las condiciones de limpieza y salubridad de las playas y zonas de baño. Asimismo, deben colocar carteles informativos con las características, infraestructuras y medidas de seguridad, además de supervisar posibles puntos de vertido cercanos para prevenir riesgos y adoptar las medidas de gestión requeridas por las autoridades de salud ambiental.