El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil en Guadalajara tuvo que enfrentarse a una situación inusual ayer por la tarde, cuando un ciudadano encontró una culebra de aproximadamente metro y medio alojada en el motor de su vehículo. Afortunadamente, el SEPRONA fue notificado y llegó rápidamente al lugar del incidente para resolver la situación.
El ofidio en cuestión resultó ser una culebra bastarda (Malpolon monspessulanus), una especie común en la Península Ibérica. A pesar de ser una especie grande, esta culebra es de costumbres diurnas y rápidas, y suele trepar a los árboles para buscar presas. En este caso, sin embargo, parecía haber elegido los bajos del coche como su escondite.
Para extraer al ofidio, los agentes del SEPRONA trasladaron el vehículo hasta un taller en el Polígono SI 20 de Cabanillas del Campo, donde el coche fue colocado en una plataforma elevadora para facilitar la tarea. Con cuidado, los agentes lograron extraer a la culebra del motor del vehículo sin causarle daño alguno.
Aunque esta culebra es venenosa, su mordedura no representa una amenaza para los seres humanos. Los colmillos posteriores de la culebra sólo llegan a morder cuando la presa ya está bastante dentro de la boca, por lo que los agentes del SEPRONA no tuvieron que preocuparse por este riesgo durante la extracción.
Una vez que la culebra fue liberada del motor del coche, los agentes del SEPRONA procedieron a devolverla a su hábitat natural. La culebra bastarda hiberna hasta el mes de marzo y, con la llegada de la primavera, empieza a salir en busca de comida. Se alimenta de insectos, lagartijas, polluelos de pájaros o pequeños roedores, lo que la convierte en una parte importante del ecosistema local. Con su trabajo completo, el SEPRONA pudo regresar a sus actividades habituales con la satisfacción de haber resuelto con éxito una situación potencialmente peligrosa para la culebra y para los seres humanos involucrados.
