Hace unos días nos levantamos con la noticia de que el Pleno del Ayuntamiento, a propuesta del PSOE aprobó las alegaciones que desde nuestra Casa Consistorial se van a enviar al Ministerio con respecto al enésimo estudio del ferrocarril (AVE y mercancías) por Talavera de la Reina. Dichas alegaciones que en general podrían haber sido apoyadas por todo el Pleno así como por la inmensa mayoría de los ciudadanos incluye una coletilla que es de extrema gravedad para el futuro del soterramiento en Talavera y que condicionó el duro debate así como la desesperación de muchas entidades y ciudadanos de Talavera.
Dicho «apósito» viene a abrir la puerta al no soterramiento de las vías del ferrocarril a su paso por la Ciudad. De hecho dice que en caso de no realizarse soterradas las vías, habrá que negociar con el Ayuntamiento las alternativas. Esta frase, tan trivial para el Concejal de Urbanismo es sin embargo una vía para que se incumpla el Protocolo firmado en el año 2007 por el Ayuntamiento de Talavera de la Reina, la Junta de Comunidades de Castilla- La Mancha, El Ministerio de Obras Públicas y ADIF.
Recordemos que en el estudio en el que se hacen las alegaciones no se habla de soterramiento en Talavera, sin embargo si se dan alternativas de pasos a nivel, túneles, soterramiento y hasta una ¡estación de cristal! en Toledo.
Las alternativas para Talavera serían dos… o mantener las vías más o menos por donde están ahora mismo y construir una estación «modesta» a unos doscientos metros al este de la actual en el barrio del Potrero y consecuentemente la construcción de un muro de unos cuatro kilómetros junto a las vías como medida de prevención (habrá trenes que pasen a 170km/h) así como del ruido producido; o bien llevar las vías más al norte separándolas de la ciudad, quién sabe si cerca del canal del Alberche o incluso en terrenos de Pepino. Cualquiera de las dos alternativas es negativa para Talavera y aquí todos debemos decir con una sola voz: ¡No!
¿Quién gana con un ferrocarril sin soterrar? Debemos partir que con esta reforma del trazado ya iniciada por el ministro Ínigo de la Serna en el que puso a Toledo en el mapa del AVE a Extremadura. La inclusión de Toledo desde luego es magnífica para los toledanos pero la primeras consecuencias para Talavera son:
1º El AVE tardará más en llegar a Madrid, pasando de 40 minutos a 56 minutos en el trayecto más rápido, es decir un poco menos de lo que tardamos en coche, y veinte minutos menos que en bus.
2º El AVE al sumar más kilómetros será más caro para los usuarios de Talavera.
3º Talavera dejará de estar directamente conectada con Madrid, como así ha sido desde el siglo XIX y por tanto dejará de ser primera línea para estar en segunda división. Adiós a propuestas como traer población madrileña a vivir.
Pero las consecuencias van más allá. Para hacer el AVE a Toledo, se necesita una cantidad ingente de dinero. Ya he dicho que cualquier alternativa en la capital, necesita de viaductos, túneles, soterramiento y hasta una estación que han planificado futurista y con todos los servicios… ¿Y de dónde van a sacar ese dinero? Pues del soterramiento del ferrocarril en Talavera.
¿Y quien iba a poner el dinero para el soterramiento? La Junta de Comunidades de Castilla -La Mancha, que sale extraordinariamente beneficiada porque así se lo ahorra y puede invertir más en Toledo capital. Mientras y tras años luchar por tirar el muro de Berlín o cuando Biden descarta seguir con el muro mexicano, en Talavera vemos con horror como cada vez es más cercano un tren en superficie con un muro o verja que impida para siempre el desarrollo norte de Talavera. Mientras en Toledo tendrán una estación de cristal hipermoderna al lado de la actual con centro comercial, aquí tendremos una estación «modesta». Y los que antes ni contaban para el proyecto (Toledo) ahora como siempre se lo comerán con patatas y darán por saco a Talavera.
La pena es que para este vomitivo baile, haya talaveranos que agachen la cabeza, no sea que les den un coscorrón desde el verdadero problema de Talavera desde hace más de cuarenta años que no es otro que Toledo, una ciudad egoísta que como un agujero negro nos fagocita y ahoga.
