Jarandilla de La Vera, un municipio situado a menos de una hora de Talavera, es el segundo más poblado de la comarca de La Vera gracias a su naturaleza, historia y encanto que lo convierten en un destino turístico ideal para todos.
Este pintoresco municipio se encuentra rodeado de sierras y gargantas, lo que lo convierte en un lugar perfecto para los amantes de la naturaleza y la belleza paisajística. Su territorio perteneció a los pueblos prerromanos de la antigua Lusitania, quienes dejaron numerosos restos como pinturas rupestres, asentamientos, sepulcros y cerámica.
Con la llegada de los romanos, el lugar experimentó un gran impulso gracias a la construcción de puentes, calzadas, villas y necrópolis que hoy nos hacen viajar en el tiempo. Más tarde, la época visigoda dejó su huella en este lugar.
Durante el siglo XIII, Jarandilla vivió una serie de acontecimientos que lo llevaron a formar parte del territorio de D. Garcíalvarez de Toledo, Maestre de la Orden de Santiago, y posteriormente pasar a los Condes de Oropesa y al Ducado de Alba. Desde entonces, Jarandilla ha sido territorio de señoríos y altos títulos nobiliarios.
El emperador Carlos es una figura histórica destacada en Jarandilla, y su presencia aún se siente hoy en día. En 1556, Carlos I se hospedó en el Castillo de los Condes de Oropesa, hoy en día uno de los Paradores más impresionantes del país, antes de continuar su camino hacia Yuste. Hay un parque con una fuente que conmemora su presencia en el lugar, y Jarandilla forma parte del camino Real al Monasterio de Yuste que solía recorrer Carlos I en sus desplazamientos.
Qué ver en Jarandilla de la Vera, Cáceres
Esta vez hemos elegido 5 lugares que poseen mucha historia y un encanto admirable.
| 1 | Castillo de Jarandilla
Considerado como castillo-palacio perteneció a los condes de Oropesa, aunque también se le conoce como Carlos V. Se trata de una fortaleza datada del siglo XIII que se encuentra dentro del término de Jarandilla. Especialmente destacables son su patio, en primavera es espectacular el brillo de toda una gama de verdes naturales, y La Torre del Homenaje, rematada en una cornisa con matacanes pero careciente de almenas, alto especialmente curioso para construcciones de este tipo y esta época. Está considerado Bien de Interés Cultural desde 1991, y hoy en día es un Parador de Turismo, por lo que la entrada es de libre acceso al público.
| 2 | Monasterio de San Jerónimo de Yuste
Lo sabemos, no pertenece explícitamente a Jarandilla, pero a tan solo 13 kilómetros no podéis dejar de ver este maravilloso monumento arquitectónico. Y parte de la ruta de Carlos V, pues fue donde terminó su peregrinaje y finalmente falleció Carlos I de España y V de Alemania. El monasterio actual fue erigido sobre unas ruinas del viejo convento, que sirvió de residencia durante sus dos últimos años. Es declarado Patrimonio Europeo y Bien de Interés Cultural. Pertenece a la Orden de San Pablo Eritema desde 2013. Al pertenecer a Patrimonio Nacional se puede visitar todos los días. Eso sí, os recomendamos comprar antes las entradas a través de su web.
| 3 | Puente Parral
Este puente unía el antiguo camino entre Aldeanueva de la Vera y Jarandilla. Data de la Edad Media, y se sabe que en 1557 el Emperador Carlos lo cruzó camino de Yuste. Y aunque han pasado siglos por él, es de especial interés ver cómo discurren las aguas bajo su arco. Os recomendamos verlo en primavera, otoño o invierno, pues en verano se convierte en una zona muy concurrida de baño.
| 4 | Parque la Aliseda
Ubicado en la parte trasera del Castillo, recoge en su interior un llamativo estanque con un restaurante en el centro que está rodeado de multitud de árboles y zonas verdes. Desde este parque podemos encontrar diferentes panorámicas al Castillo y Parador únicas, además de hacer las veces de zona de descanso para nuestro día turístico. Está abierto al público con acceso libre desde las 8:00 hasta las 22:00 horas.
| 5 | La fiesta de los escobazos y su museo
Se trata de una de sus fiestas, con reconocimiento de interés turístico regional que se celebra el 7 de diciembre. Llevada a cabo en honor a la Virgen de la Inmaculada Concepción, aunque sus orígenes son inciertos. El momento más importante, y por ello el más impactante, y toda una experiencia debemos decir, es la salida del estandarte de la Virgen. Lo lleva un jinete rodeado de caballería y todo un pueblo único con escobas ardiendo.
Tal es la devoción que hasta poseen un museo al respecto. Si no tenéis la posibilidad de ir el 7 de diciembre os recomendamos ver el museo. Abren de miércoles a domingo y se encuentra ubicado en la Plazuela de Francisco Timón y Timón, s/n.