La investigación policial se inició unos meses antes después de que los agentes tuvieran conocimiento de que se podía estar cultivando cannabis en una vivienda unifamiliar situada frente a un colegio público de Talavera de la Reina, y estas sospechas se vieron confirmadas cuando, tras solicitar mandamiento de entrada y registro a la autoridad judicial, los investigadores hallaron en el interior del domicilio 221 plantas de marihuana.
Los responsables de la misma, una pareja que ya había sido detenida por los mismos hechos a finales del pasado año, utilizaban el sótano de la vivienda como centro de cultivo. Además, se les imputa la comisión de un delito de defraudación de fluido eléctrico, ya que habían realizado un enganche ilegal a la red pública de suministro eléctrico para alimentar la gran cantidad de aparatos que mantenían la plantación.