“Coyuntura extremadamente incierta” es como califica el gobernador del Banco de España a la situación de la economía española en nuestro País.
Cuando Hernández de Cos afirma con rotundidad que lo que ha de hacerse es afrontar retos estructurales significativos, revisar las políticas de gasto de las Administraciones Públicas para ganar en eficiencia y optimizar el cómo se distribuye dicho gasto,… va la parte comunista del Gobierno central, encarnada en la ilustrada y sin tapujos sindicalizada ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y le replica. Como si Cos fuera ahora el ex presidente Zapatero –aquel que afirmaba con una solemnidad que a todos nos dejaba perplejos, que podía aprender Economía en “dos tardes”-. Así pasó durante los años de su mandato, claro…
Todo un insulto a la inteligencia. Y no me refiero a Cos que se limita a hacer su trabajo y advertir lo que cualquiera en su sano juicio haría en su propia casa: no gastar más de lo que uno tiene.
El gobierno progresista se vanagloria de tener los Presupuestos más expansivos de la historia de la democracia. Su argumento es que hay que seguir invirtiendo en el Estado del Bienestar y no dejar a nadie atrás.
Pero lo realmente cierto es que son expertos en manejar a las mil maravillas el arte del relato. Porque lo realmente cierto es que las empresas de sectores productivos muy diversos (las que generan empleo en nuestro País) durante este 2022 están facturando más, pero apenas obtienen beneficios. La inflación disparada acogota especialmente a los más vulnerables. Los impuestos exorbitados a los que estamos sometidos las clases medias y trabajadoras no nos dejan respirar, mucho menos gastar en lo que queramos. Y el reparto de pobreza, está descartado como medida inteligente para sacar a nadie de su situación de precariedad.
No es por crear discordia, es mero sentido común.