Hace pocas fechas Volkswagen ha decido que instalara su planta de baterías eléctricas para impulsar la producción de vehículos eléctricos en Sagunto. Una de las cosas que ha jugado un papel importante para decantarse por Valencia y no por Extremadura, esta última mucho más necesita de inversiones de este tipo que la región mediterránea, ha sido sin dudarlo las “complicaciones logísticas” para enviar las baterías desde la comunidad vecina a las plantas de montaje que la marca tiene repartidas por la geografía nacional.
Y aquí es donde entra en juego Talavera. ¿Qué tienen en común Extremadura y nuestra ciudad? Pues que compartimos infraestructuras, léase tren de pasajeros y mercancías, así como autovía, y por la falta de inversiones en estas, tanto en la zona oeste de la provincia de Toledo como Extremadura en su conjunto, se ha creado una especie de “agujero negro”, donde nadie está dispuesto a invertir.
Solo hace falta comparar a nivel provincial el desarrollo que ha experimentado Illescas en pocos años, que ha ido a la par con la decadencia de nuestra ciudad y comarca, por eso mismo, por la falta de planificación e inversiones.
A todo el mundo se le llena la boca con la España vaciada, pero a la hora de hacer políticas para revertir esta, no se actúa como se debe. El proyecto del que hablamos supone una inversión de entre 2.000 y 3.000 millones de euros y empleara a más de 5.000 trabajadores de forma directa.
Y mientras tanto, el tramo de mercancías de Madrid a Lisboa a su paso por la provincia de Toledo, en el que se encuentra Talavera, sigue guardado en algún cajón del Ministerio.