La comunicación es una de las principales habilidades necesarias para el ser humano, y en el entorno corporativo no es diferente.
Una buena comunicación, sea oral o escrita, por parte de los responsables que explican las tareas a sus empleados, es un elemento fundamental para el éxito en la realización de esas tareas, y del compromiso del empleado para hacerlas motivado.
Y esta habilidad depende no solo del canal utilizado para realizar la comunicación, sino de cómo expresarse.
Imagine a un gerente explicando una nueva tarea, usando como canal el WhatsApp, que se ha convertido en una herramienta indispensable en el día a día de una empresa. Lo siguiente que vendría serían interminables y reiterativas preguntas, por parte de los empleados, para no errar en la ejecución de esta. Esta comunicación tiene todo, para que no se ejecute correctamente. El canal utilizado no es el adecuado.
Pero imaginemos que, para explicar esta misma nueva tarea, el gerente decide hacerlo oralmente, pero la explica utilizando conceptos que solo él entiende y habla, habla y habla, mezclando temas que no suman al objetivo de la tarea. Aunque el canal ha sido el correcto, la forma de expresarse no es la adecuada. ¡Vamos!, que los empleados o van a ejecutarla cada uno en su interpretación o van a juntarse entre ellos para ver cómo la hacen, sumando tiempo a la ejecución de esa tarea.
¡Dos ejemplos del caos existente en la comunicación de muchas empresas, actualmente!
Si en su empresa existen errores en la ejecución de las tareas o se utiliza mucho tiempo en ejecutarlas, verifique si la comunicación entre quien explica las tareas y las ejecuta, está siendo objetiva, clara, sin lagunas y usando el canal correcto para ello.
Esto ayudará a evitar gastos en despido de trabajadores, en perdida de material y de tiempo.
