Más gestión y menos ideología

Si de algo puede vanagloriarse el Ejecutivo sanchista es de gobernar a golpe de talonario e ideología. Los que ya peinamos canas echamos en falta seriedad y solvencia de las políticas y de la forma de proceder de los políticos. Ni mucho menos es una oda al bipartidismo que tampoco está exento de vicios, porque si los Españoles nos hemos dado un Congreso plural es para afinar al máximo y garantizar el interés general de la ciudadanía, que no el de los partidos políticos.

Pero lo que estamos viviendo en los últimos tiempos es algo bien distinto. Y considerablemente perjudicial para quienes creemos en la integridad, el bien común, el Estado de Derecho y en la necesidad de una Democracia real y no artificialmente impostada.

Sólo varios apuntes –aunque los dos años que llevamos padeciendo esta legislatura dan para docenas de llamadas de atención al respecto-.

El primero es la sinrazón que representa un Gobierno central apoyado por socios de coalición de dudosas intenciones y sospechoso currículum. O de su preferencia hacia partidos que quieren romper con España y que en el proceso no paran de desgastar la unidad que tanto necesitamos darnos, en pos de priorizar sus intereses territoriales. Porque una cosa es la pluralidad –sana- y otra muy diferente éste Frankenstein que fuera de nuestras fronteras al que más y al que menos le pone el bello de punta y genera franca incertidumbre y desconfianza geopolítica.

Otro ejemplo de “bajeza” es que cuando el antiguo vicepresidente del Gobierno, el señor Pablo Iglesias, tuvo oportunidad de trabajar “de verdad”, enseguida se aburrió y optó mejor por convertirse en tertuliano de radio. Para dar lecciones exactamente… ¿de qué? Durante su presencia en el Ejecutivo no aportó absolutamente nada.

Un dato más de que el gobierno sanchista exhibe un exceso de propaganda y a la vez poca y mala gestión es el cómo ha anunciado a bombo y platillo que la Presidenta de la Comisión Europea –Úrsula Von Der Leyen- le ha felicitado por la gestión de los fondos europeos y a las pocas horas desde el mismo Bruselas se ha salido a la palestra para desmentir tal cosa y aclarar que la misiva es una simple carta de cortesía. Mejor hubiera sido para los Españoles tener un Ejecutivo silencioso y que las empresas hubiesen ya empezado a recibir esos fondos…

Y la última es esa posible aprobación de la nueva Ley de Vivienda recién pasada por el Consejo de Ministros y que según los expertos en la materia lo único que puede suponer para nuestro País es traernos falta de estabilidad en el mercado inmobiliario, inseguridad jurídica, conflictos judiciales, intromisión en las competencias autonómicas, reducción de la oferta, y amenaza velada a la propiedad privada. Ahí es nada. En contra, además, del dictamen que al respecto ha dado el Consejo General del Poder Judicial.

Por favor, ¿Para cuándo un Gobierno con más gestión y menos ideología?