Cebolla es un pueblo de la comarca de Torrijos que cuenta con un encanto e historia dignas de conocer.
El término «Cebolla» deriva del árabe «yevayla», que significa montecillo o cerro, sitio donde se asentó su iglesia y el caserío. Otra teoría es que viene del término árabe Gebel La (Dios me ha hecho). Dado que en época árabe se trasladó el pueblo de las orillas del Tajo a los alrededores de una pequeña mezquita situada en el cerro donde hoy está la iglesia.
Su historia
El primer documento escrito en el que aparece la población data de 1184. Se trata de un texto mozárabe en el que se relata la existencia de una alquería o conjunto de cortijos, en el sitio de Cebolla, que estaría formado por las alquerías de La Aldehuela, Villalba, Sanchón y Las Casas de Cebolla.
Fue en 1477 cuando pasó a ostentar el título de Villa. Durante la guerra de la Independencia los gabachos sitiaron multitud de calles y casas, incluso hoy en día se pueden apreciar restos de este momento.
Cebolla es conocida por sus fuertes riadas, como la de 2011. Esto es provocado debido a que debajo del centro de la localidad discurre el arroyo Sangüesa.
A lo largo de la historia Cebolla a otorgado a la historia nacional personajes ilustres. Como César Muro Benayas, teniente general del ejército de tierra, Diego López de Ayala, aposentador real de los Reyes Católicos, Emiliano Aguado, crítico, dramaturgo y ensayista; y Juan Jiménez de Navas y Frías, obispo de Quito y Popayán.
Qué ver en Cebolla
Para nosotros no hay mejor manera de conocer un pueblo o municipio que perderse entre sus calles. Disfrutar e imaginarnos épocas pasadas es la mejor opción para conocer todo el encanto que poseen.
Cebolla cuenta con seis monumentos y lugares de interés importantes, siendo el primero de todos el Castillo de Villalba.
Este castillo actualmente está completamente en ruinas, cuyas partes más antiguas conservadas corresponden a los siglos XI y XII. El castillo fue edificado sobre una antigua fortaleza romana. Posteriormente fue objeto de reacondicionamiento en la época de dominio del Califato de Córdoba, con importantes reformas tras su conquista por la Orden del Temple. Más tarde pasó a manos privadas, perteneciendo a diferentes familias nobles, siendo hoy propiedad de los condes de Deleytosa.
En segundo lugar, nos encontramos con el Palacio de los Duques de Frías. Es un edificio de estilo moderno contemporáneo, situado en la plaza del Ayuntamiento de Cebolla y constituyendo el cerramiento de una de sus caras. Este es un edificio de grandes dimensiones, que incluye un patio y las dependencias necesarias para la labranza. El título de Duque de Frías es uno de los más importantes entre los grandes de España. Habiendo sido concedido por los reyes Católicos en 1492 a Don Bernardino I Fernández de Velasco, III Conde de Haro y Condestable de Castilla, hijo de Pedro Fernández III de Velasco. En 1520 el Emperador Carlos V distinguió a los Duques de Frías con la dignidad de Grandes de España.
Actualmente cuenta con dos ermitas importantes. A saber La ermita de San Illán, donde se encuentra la Virgen de la Antigua, patrona del municipio, en una talla realizada en el siglo XVIII por Luis Corsón. Además hay un retablo y una colección de azulejos del mismo siglo. En estos azulejos se narran episodios de la vida (legendaria) de San Illán, que es identificado como el hijo de San Isidro Labrador, sin que se conozca cuál sea el origen de esta tradición, por lo demás muy tardía. Y la segunda ermita es la de San Blas. Se trata de la antigua parroquia del pueblo de Mañosa, que al desaparecer pasó a ser ermita del municipio de Cebolla. El presbiterio y altar mayor están cubiertos de cerámica de Talavera de 1599.
Como todo municipio, Cebolla cuenta con una iglesia parroquial. Esta vez llamada de San Cipriano que bajo su advocación esta iglesia de gran majestuosidad se edificó a principios del siglo XVII. Preside el altar mayor un cuadro del «Martirio de San Cipriano» pintado en el año 1684 cuyo autor es José Ximénez Donoso.
Y para finalizar uno de los monumentos más simbólicos viene representado por el rollo de la justicia del siglo XV, símbolo de justicia alta y baja que poseía la villa y sus señores los López de Ayala. Escudo de armas de Ayala. Se trata de un monumento de época bajo medieval de cinco metros de altura.
Que representaba la categoría administrativa del lugar, levantándose sólo en los villazgos que tenían plena jurisdicción, indicando el régimen al que estaba sometido: señorío rela, concejil, eclesiástico o monástico. Además, marcaba el límite territorial y, en ciertos casos, era un monumento conmemorativo de la concesión del villazgo.
