A menos de 15 minutos en coche se encuentra el municipio de Calera y Chozas, perteneciente a la Comarca de La Campana de Oropesa. Este lugar es un tesoro para los amantes de la naturaleza y el turismo activo, por lo que es una opción ideal para una escapada de un día o de fin de semana sin tener que viajar demasiado.
El nombre de Calera y Chozas proviene de dos partes distintas. La primera parte, Calera, se debe a las canteras de piedra para hacer cal que existían en la zona. Por otro lado, el pueblo «Las Chozas de Talavera» estaba situado junto a Calera, en la confluencia entre las aldeas de Covisa y el caserío de Tórtolas.
Aunque no se tiene certeza, se cree que el lugar estuvo habitado desde la antigüedad por los celtas, ya que fueron sitiados, rendidos y ocupados por el ejército romano, dirigido por el pretor Fulvio Nobilio, en el año 215. Gracias a la acrópolis encontrada en Covisa, antigua «CVSIVUS» de la Carpetana, se sabe de estos hechos.
Posteriormente, el lugar estuvo bajo dominio árabe, lo que se puede comprobar por los testimonios cerámicos encontrados. Sin embargo, no fue hasta la época de Alfonso VII El Emperador que se delimitaron las fronteras para limar asperezas entre Ávila y Talavera.
Actualmente, Calera y Chozas se compone de dos términos municipales: Calera y Chozas, y su pedanía Alberche del Caudillo, que se encuentra a tan solo 4 kilómetros de distancia.
¡Vamos a conocerlo!
Qué ver en Calera y Chozas
La primera parada y más representativa de este municipio es la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol de estilo románico. Posee una portada renacentista del siglo XVI, en la que sobresale un frontón triangular.
De ella podemos constatar una curiosidad. Si nos fijamos bien, encima de la campana mayor que da a la fachada principal, hay una zona tapiada de forma circular, lo que nos hace suponer que en su día hubo un reloj. Este echo se constata pues hay cuatro pedazos de cerámica en la pared izquierda exterior que contienen una inscripción que refiere de él en 1830.
La segunda parada es su Ermita de San Policarpo. Prácticamente a la entrada frente al polideportivo municipal, desde Talavera, y es el primer templo de Calera. Es digno de admirar como una edificación tan pequeña contiene tanta historia.
Siguiendo con visitas históricas referentes al municipio hablaremos de la placa visigoda de Calera. No hay datos que determinen su época, pero contienen símbolos como la cruz, el león y una columna. Sugieren estén relacionados con su fe cristiana, y el proceso de cristianización en la alta Edad Media. Esta placa se halló en los cimientos de una casa, pero se trasladó en el año 30. Actualmente su situación es en la calle Ballesteros, 23 de la localidad.
Tras los tres principales atractivos turísticos con mucha historia a la espalda, es imprescindible pasear por sus calles. Podrás disfrutar de magníficos portones y fachadas señoriales.
¿Sabías que… los portones con picaportes tan altos eran para las personas que montaban a caballo? Así no tenían que apearse para poder llamar. La comodidad ante todo.
Además, Calera y Chozas, cuentan con infinidad de fuentes y pilones de piedra tallada dignos de admirar.
Echando la vista en el término, pero fuera del núcleo poblacional, nos encontramos con la Vía Verde. Punto de partida para los amantes del deporte y la naturaleza. En ella nos encontramos el viaducto del Salto del Moro, una majestuosa obra e importante del trayecto del tren Talavera-Villanueva de la Serena.
Siguiendo la Vía Verde nos encontramos con el Palacio de las Tórtolas. Datado de los siglos XVI y XVII, y enclavado en un paraje de interés arqueológico.
Y por último, es parada obligatoria Alberche del Caudillo. Una pedanía dependiente de Calera, donde su mayor atractivo se encuentra en la Plaza Mayor. Hay unas estatuas de piedra que representan los colonos del pueblo. ¿Sabías que Alberche fue creado por el Instituto Nacional de Colonización en 1957?
